El monstruo del canal de Suez
30-10-2015
Por Alfred de Montesquiou. Fotografías de Baptiste Giroudon
El recién botado Bougainville está entre los 10 mayores cargueros del mundo. Más largo que la Torre Eiffel, transporta hasta 18.000 contenedores. Este es el relato de su primer viaje, a través del canal de Suez. El peaje por atravesarlo: 700.000 euros.
África está 15 metros a la izquierda; Asia, 15 metros a la derecha. Navegando hacia el norte a través del canal de Suez, el portacontenedores parece tan gigantesco que nos preguntamos si realmente va a ser capaz de deslizar su enorme casco entre las dos orillas de arena. Recién salido de un astillero de Corea del Sur, es el mayor barco francés que jamás haya navegado y uno de los mayores del mundo: 398 metros de largo, 54 de ancho, capaz de transportar hasta 18.000 contenedores (hasta 185.000 toneladas)... Desde su pasarela –como si estuviésemos en lo alto de un edificio de 15 plantas–, parecen pequeños los petroleros que navegan en sentido inverso hacia el lago Amer.
En el Bougainville, todo es gigantesco. Su longitud supera la altura de la Torre Eiffel o del Empire State Building (sin antena). Entre su proa y su popa cabrían cuatro campos de fútbol o cinco aviones Airbus A380 y medio. Su motor de 85.000 caballos tiene la potencia de 1.200 Renault Clio, sus generadores eléctricos podrían surtir a una ciudad de 16.000 habitantes y los contenedores que transporta alineados formarían un muro de 109 kilómetros... A ocho nudos, la tercera parte de su velocidad de crucero, se desliza lentamente entre las orillas abrasadas por el sol.
los 800.000 dólares de peaje (unos 700.000 euros) que tiene que pagar el armador por el paso del barco. Con más de 4.380 millones de euros de ingresos anuales, el canal se ha convertido en el primer proveedor de divisas del Estado egipcio, por delante del turismo.
A velocidad de crucero
A bordo solo hay 28 personas (26 marineros y dos alumnos) para maniobrar este titán, comprado por unos 150 millones de dólares (131 millones de euros) al consorcio coreano Samsung.
Su nombre es un homenaje a Louis Antoine de Bougainville, explorador del Pacífico en el siglo XVIII y primer francés que circunnavegó el mundo.
En cada escala, el trabajo consiste en desembarcar y, después, embarcar la carga en un mínimo de tiempo, desde cajones refrigerados o cargas especialmente pesadas que hay que colocar en el fondo, hasta contenedores de chocolate que no se pueden colocar arriba, para no exponerlos a los rayos del sol. "Tenemos un programa muy sofisticado, que calcula dónde colocar cada contenedor. Es como un juego de Tetris gigante", explica Marie Caroline Guillou, que se licenciará en dos meses. Otros programas ayudan a tenerlo todo previsto: meteorología, cálculo del mejor recorrido para gastar lo mínimo en carburante... La armadora del Bougainville, CMA CGM, es la primera transportista marítima francesa y la tercera del mundo, con más de 460 barcos y 22.000 empleados. Desde su sede, en Marsella, un escuadrón de asesores técnicos sigue cada movimiento, calculando incluso la distorsión interna del casco de acero, que puede ondular como una serpiente para plegarse a las olas.
El marítimo es el transporte más ecológico y más barato. De ahí la carrera en pos del mayor tamaño. Cuanto más grandes son los buques menos caro resulta transportar su carga. A través de sus líneas comerciales se puede tomar el pulso a la economía global en tiempo real. Los marineros del Bougainville, por ejemplo, observan que han bajado las mercancías en los muelles chinos, señal de la ralentización de aquel imperio. Para el recorrido de vuelta delBougainville se ha previsto un gran stock de alfalfa normanda para los purasangre de los emires del Golfo. Pero las seis semanas de recorrido de este primer viaje desde China del carguero sirven sobre todo domésticos...para traer a Europa los futuros regalos de Navidad: pantallas planas, ordenadores, aparatos
Viejo lobo de mar
El valor comercial de la carga se aproxima a los 1.000 millones de dólares (más de 875 millones de euros), según explica el comandante.
Con el paso de los años, el marino dice que ha ido viendo aumentar la frecuencia y la intensidad de las tormentas. Pero más que el cambio climático le impresiona el crecimiento desmesurado del tamaño de los barcos desde hace una década. "Los chinos previeron este gigantismo y construyeron muelles que pueden albergar a portacontenedores como este", explica, "pero muchos puertos de Europa son ya demasiado pequeños. Y en los pocos disponibles, las maniobras son muy complicadas". Hace falta mucho más tiempo para construir un muelle de 500 metros que para poner en pie un Bougainville. Los astilleros coreanos fabrican una media de un portacontenedores por semana con una envergadura parecida a la del Bougainville. Incluso mayor. El nuevo pedido de CMA CGM va a hacer aumentar el tamaño y alejar los límites de la navegación, con un gigante capaz de transportar más de 20.000 contenedores. Un récord histórico.
Más información. www.cma-cgm.com